LA MAÑANA QUE LLEGA Y EL GUSANO QUE PARTE

“Y es un gusano tan grande como cualquier hombre intachable, que mece sus brazos imaginarios al complot de sus sentidos”. Valentin

La noche siempre llega y corre de su sitio lo preexistente, hasta que la madrugada llega y en claroscuros empieza su jornada de correr lo preexistente. Era de madrugada, y en la soledad de las calles en desperezamiento, nadie se contagiaba aún del día por llegar.

Y comparé la madrugada de este día, con las madrugadas de mis 16000 días de recuerdo, y a fe que la de hoy se me tornó mejor que todas las anteriores. ¡Ricura de vida la de este filósofo de armas de papel, que aún concuerda con la vida que el mejor día de la vida es el presente¡.

¡Somos los vendedores ambulantes de nuestros días que sólo guardamos nuestras mercancías de vida en las noches de sueños para volver a exhibirlas bañadas y olorosas a la mañana siguiente¡. Y dormimos no para recuperar fuerzas como se nos ha enseñado desde que perdimos la razón, sino para recuperar los sueños de volver a empezar la vida cada vez que despertamos.

No sé quien es más terco en la vida, si el que se despierta para morir despierto, o el que se duerme para aprender en el sueño la vida de la muerte. Pero todos los días practicamos ese antiquísimo rito, y de mis 16000 noches de recuerdos en ese intercambio con la vida, hoy no sé cual de las dos cosas práctico mejor, si la vida o la muerte. ¡Debería ser experto en las dos materias¡, y sin embargo adictivamente, no dejo de practicar.

Y algo más, todas mis practicas conllevan el uso de otras prácticas, que como la de dormir y despertar, parecieran aparejadas a la única función del universo. ¿ Practican ustedes la gran virtud de la respiración ? ¿ Sabían que el espíritu de la vida entra por la respiración y que el influjo de que se habla en todas las filosofías tiene más de oxigeno que de espíritu santo ?.

A estas alturas de la madrugada, cuando la soledad empieza a verse desplazada por la multitud que entra pisando fuerte, alcanzo a percibir un gusano de vida que trata de cruzar la calle por la cebra. ¡ Curiosa mezcla natural ¡. Y es un gusano tan grande como cualquier hombre intachable, que mece sus brazos imaginarios al complot de sus sentidos. ¡Oh……………, lo han pisado¡. ¡Los hombres parecen gigantes a la vista de un gusano gigante¡.

Pero no hay preocupación, el gusano se dobla y se retuerce, y multiplica en un 50% su probabilidad de vida al transformarse en la mitad, reduciendo en lo mismo la probabilidad de ser pisado otra vez.

Este gusano impenitente no es un gusano cualquiera, es un gusano guasón que lleva la vida a cuestas, y va enseñando de calle en calle que va midiendo, que reducirse a la mitad cada vez que es pisoteado es la mejor manera de multiplicar su vida.

Alcanzo a apreciar que con dificultad de gondolero, arrastra un carro de vida con un aviso luminoso algo oscurecido por el día que lo invade todo, que en letras de sobrevivencia dice: HUMILDAD.

Ahora entiendo porque todas las mañanas los gusanos salen a trotar sin cansancio, para arrastrar con alegría de día el pesado carro que les divide la estatura pero que les multiplica la vida. La vida del gusano es penosa, pero al fin y al cabo, vida.

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