ES HORA DE QUE NOS ENVUELVAN EL MUNDO

Se enseña a todos los niños en todas las escuelas del mundo que se debe estudiar para ser el mejor. Y la palabra mejor, sobresaliente, dominante, lleva implícita la singularidad. Ser el mejor es un atributo que sólo se condecora sobre la cabeza del mejor. La excelencia no tiene plural. Y el plural de niños aprende en cánticos y juegos esa regla guerrera de la perfección.

Sin darnos cuenta damos a los niños en cada enseñanza un campo de batalla en lugar de un campus de conocimiento. Estamos creando guerreros en lugar de hombres de mañana. Cada jovencito esgrime sus lápices como armas de poder y gloria, y busca en cada buena nota la señal aprobatoria que los enemigos quedaron tendidos en el campus del conocimiento. Es la muerte sin gloria de los compañeritos de clase, que sobreviven cual muñecos insomnes a la gloria de los mejores.

La cultura moderna aún no supera la ley natural antiquísima de que sólo sobrevive el mejor y más experimentado. Se han preparado tantas leyes y tantos códigos, que navegando en tal mar de imprecisiones, siempre nos enrumbamos en la selección del mejor. Tengo la certeza secreta interior, que ha habido más grandes hombres enterrados como comunes que pequeños hombres comunes enterrados como grandes. Ya no se puede caminar entre tanto monumento endiosador creado por los mejores.

El mundo percibe el tufillo de los grandes hombres, esa pedantería que invade países y comunidades, desde la mañana nefasta cuando un profesor enseñó con las primeras letras que ser el mejor era la única formula de vivir.

El mundo sería mejor sin grandes hombres, sin grandes gobernantes, y sin grandes visionarios. La selección natural es la guerra celular que deberíamos dejar para los animales. Propongo que la única selección natural que debemos aplicar sea recoger a los mejores, envolverlos en papel celofán, y ponerlos bien lejos de nuestra vista.

Los invito a la última guerra: guerra a los mejores, es hora de los comunes como nosotros. Es hora de vivir; pica y porra a los monumentos.

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