DE LOS NIÑOS


Nuestros niños se entristecen cuando se les conmina por haberse equivocado. Talvez si les enseñamos que reconocer los errores nos vuelve más sabios, nos permitiría hacer un país de sabios.


Y una última apostilla: la vida de los sabios es más prolongada que la vida de un futbolista, y el sabio requiere menos para vivir: vida, para vivir todos los días।


No hay comentarios.: