No te detengas, ni siquiera por agua.

"Siempre ten presente, que la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años.... Pero lo importante no cambia: tu fuerza y tu convicción no tienen edad, tu espíritu es el tejido de cualquier telaraña.

Detras de cada línea de llegada, hay una de partida. Detrás de cada logro, hay otro desafío. Mientras tengas vida, siéntete vivo. Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.

No vivas de fotos amarillas... Sigue aunque todos esperen que te rindas. No dejes que se oxide el hierro que hay en ti. Has que en vez de lástima, te tengan respeto. Cuando por los años no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa el bastón. ¡ Pero nunca te detengas¡"
Escrito anónimo, en una agenda de 2004, Hermanas paulinas.

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