DE LA ENVIDIA
Hay un chip florido que todos llevamos dentro, y que sólo exhibimos cuando estamos solos. Y nunca estamos solos.
Es la inferioridad. Aparece cuando menos se espera, y casi siempre cuando menos se la desea. Pero allí está, cadavérica, entre nuestros abalorios.
Brota la inferioridad como las flores de mi jardín ? Sí, pero sólo como las flores de un solo día.
Y tiene algún color raro ? No, se le conoce porque tiene todos los colores, y su nombre cientifico es la ENVIDIA.
Cada vez que la flor de la envidia ilumina nuestros rostros, sólo en ese momento, nace nuestra infelicidad, nuestra inferioridad.
Si queremos sentirnos igual a todos los mortales, talemos desde hoy la flor de la envidia, que al igual que otras flores, también crece en nuestros jardines.
Y no nos preocupemos por cómo se sientan los demas mortales, de seguro que en sus jardines no brotan flores de color raro. No importa que no sea seguro.
Y tiene algún color raro ? No, se le conoce porque tiene todos los colores, y su nombre cientifico es la ENVIDIA.
Cada vez que la flor de la envidia ilumina nuestros rostros, sólo en ese momento, nace nuestra infelicidad, nuestra inferioridad.
Si queremos sentirnos igual a todos los mortales, talemos desde hoy la flor de la envidia, que al igual que otras flores, también crece en nuestros jardines.
Y no nos preocupemos por cómo se sientan los demas mortales, de seguro que en sus jardines no brotan flores de color raro. No importa que no sea seguro.
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