NUNCA DIGAS NUNCA

No estaba muy lejos de toparse con la dicha. Pero cual mortal, que prefiere la vida a la muerte, cada vez que se acercaba a su meta, prefería con la punta más extrema de su pie, correr un ápice la línea de llegada.

Nunca llegó a la meta, porque aún no llega. Y aprendió que sólo se llega, ensayando llegar.

Su palabra de ahora, es NUNCA.

Hoy lo ví por ahí, y me susurró en su lenguaje de letras sueltas, que nunca llegaría a la felicidad porque sólo ahí estaba la felicidad: viajar hacia ella.

........y montó en su caballito de acero, como huyendole a la felicidad.

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